ESCLAVA DEL ÉXITO - Inspira
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ESCLAVA DEL ÉXITO

¿Qué define tu éxito? Muchas de nuestras respuestas pueden estar asociadas a lograr cosas; Perder peso, tener dinero, sentirme en paz, logros profesionales, ser reconocida, construir mi casa propia, tener salud.

¿Nos damos cuenta de cuán frágiles pueden ser nuestras respuestas? Nuestra definición de éxito descansa en asuntos que podemos perder muy fácilmente.

Mi definición de éxito se parecía mucho a la imagen de estar frente a muchas personas, compartiendo mis conocimientos, inspirando. Al llegar a casa ver a mis hijos y abrazarlos, besar a mi esposo y dormir plácidamente. Eso es bueno. Aun así, la realidad es que muchas veces eso no sucedió. Algunas cosas no me salieron como las planeé y otras veces al llegar a casa encontré notas del colegio o noticias no muy alentadoras. ¿Podría conservar mi paz y alegría a pesar de todo eso? La respuesta que te habría dado hace un par de años (no muchos) habría sido no… Definitivamente no. Mis sentimientos de éxito estaban basados en las circunstancias, en los aplausos o en la “sensación de paz”.

A muchas nos pasa… Unos días nos sentimos poderosas y otros nos sentimos un auténtico fracaso. Esto pasa porque las bases de nuestro valor y del éxito descansan sobre cosas que pueden ser muy efímeras, entre ellas nuestro propio corazón, el cual no siempre nos dicta la verdad.

Dios me quitó muchos peldaños sobre los cuales descansaba mi éxito para hacerme ver que cuando mi valor descansa en Él, entonces ni las más duras circunstancias pueden robarme la satisfacción. Puedo aceptar que no todo me sale bien y aun así sentirme bien sabiendo que puede ser mejor la próxima vez. En conclusión, amiga mía, la mayor definición de éxito es poder tener una auténtica y profunda relación con tu creador y, al conocerlo, puedes verte tal y como él te ve. Con profundo amor.

 

«Contemplar la obra del artista es maravilloso, pero, conocer al artista en sí mismo es majestuoso y a la vez, transformador».

Si quieres experimentar un cambio muy profundo en tu vida… Acércate a Dios.

 

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